La Función barrera de la piel

La Función barrera de la piel
06/09/2023

La Función barrera de la piel

La función barrera de la piel es esencial para mantener nuestra piel sana y protegida. La piel actúa como una barrera física, química, microbiológica e inmunológica entre nuestro cuerpo y el entorno externo, desempeñando un papel crucial en la regulación de la hidratación, la protección contra agresores externos y la prevención de la pérdida de nutrientes.

La capa superior de la piel está compuesta por células muertas y una matriz lipídica. Esta matriz lipídica, compuesta de ceramidas, colesterol y ácidos grasos, actúa como un “cemento” que une las células de la piel, creando una barrera impermeable que evita la evaporación excesiva de agua y la entrada de sustancias dañinas.

Además de su función de retención de humedad, la función barrera de la piel también juega un papel importante en la protección contra los rayos ultravioleta, los agentes patógenos, la contaminación ambiental y los productos químicos irritantes. Una barrera cutánea saludable evita que estas sustancias dañinas penetren en la piel y cause irritación, infecciones y otros problemas cutáneos.

Cuando la función barrera de la piel se ve comprometida, la piel puede volverse seca, sensible, propensa a la irritación y susceptible a las infecciones. Por eso es crucial mantener y fortalecer la función barrera de la piel a través de una adecuada rutina de cuidado de la piel.

La importancia de la Función Barrera de la piel y Equilibrio de la Microbiota.

La piel es el hogar de diversos microorganismos, conocidos como microbiota cutáneo. Esta asombrosa red de bacterias, hongos y virus coexiste en simbiosis con nuestra piel y desempeña un papel fundamental en su salud y bienestar.

El equilibrio del microbiota de la piel es esencial para su función adecuada. Cuando esta comunidad microbiana se encuentra en armonía, actúa como una barrera protectora natural, defendiéndonos contra agentes patógenos externos, reduciendo la inflamación y participando en la regeneración celular.

Sin embargo, los factores internos y externos pueden perturbar este equilibrio delicado y llevar a la disbiosis cutánea. Estos factores pueden alterar la composición de la microbiota y desencadenar problemas dermatológicos, como acné, dermatitis y rosácea.

Esperanza Amaya, Técnico Esteticista de LeviSsime